Virgen de las Letanías, el rito de una devoción única en Bolivia. Implica escalar una montaña de más de 4 mil metros de altura. La capilla se ubica en la ciudad de Viacha, en la provincia de Ingavi. Es la geografía responsable de alojar a la Virgen de las Letanías.
Virgen de las Letanías
Esta es una imagen bastante especial, no solo porque visitarla implica un viaje a una ciudad a 4.200 metros sobre el nivel del mar, sino también porque la imagen en sí misma mide solo 4,7 centímetros.
Esto la convierte en la imagen más pequeña de la Virgen María en el mundo. De hecho, las autoridades locales propusieron que la diminuta escultura fuera anotada en el Libro Guinness de los Récords Mundiales.
En ocasiones muy específicas durante el año, la imagen es llevada a la cima de la montaña, donde innumerables devotos de las tierras altas bolivianas lo veneran año tras año. Pero hace poco el Ministerio de Turismo de Bolivia decidió tomar algunas medidas para proteger tanto la imagen como el santuario, para evitar el tráfico ilícito de los bienes culturales que pertenecen al patrimonio de la imagen misma y de la iglesia que la alberga.
Basado en varias tradiciones según el Ministerio de Cultura boliviano, el origen de esta devoción data de principios del siglo XIX. Se afirma que en ese entonces la Virgen de las Letanías se apareció ante una niña pastora que estaba siendo atacada por una serpiente, asustando al reptil. Al día siguiente los campesinos regresaron al lugar y encontraron una pequeña piedra con la imagen esculpida de la Virgen.
Este milagro llevó a la construcción de una capilla en la cima de la montaña, en el Cerro de las Letanías. Desde entonces, la devoción solo ha crecido. Actualmente, por razones de seguridad, la imagen generalmente se guarda en la iglesia de Viacha.
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