La requisa policial en Palmasola, la cual terminó con seis reos fallecidos y seis policías heridos, generó desesperación en las mujeres de los presos. Tuvieron que ser desalojadas del penal.
A ellas se sumaron otras que llegaron para conocer la situación de sus familiares recluidos y en su afán de tener noticias sobre ellos rompieron la barrera de seguridad de la Policía en inmediaciones de la cárcel.
Este hecho generó la acción inmediata de los efectivos policiales. Para calmar la situación lanzaron gases lacrimógenos. Consiguieron la vuelta a la calma.
En el lugar también se encuentran menores de edad que fueron afectados por los gases. Es tanta la tensión que incluso entre mujeres se agarraron a golpes. Sin embargo, el hecho no pasó a mayores.
Por qué la policía debió desplegarse hoy en el PC 4
Lo que en antaño significaba el dominio de ‘La pesada’, un grupo de reclusos que dominaba la cárcel de Palmasola, hoy llega a su ocaso. Sus rivales y nuevos amos del centro penitenciario ya no quiere a los de ‘La pesada’ ni en ‘el bote’ (celdas de castigo de 2×2 metros).
El actual regente del PC-4, también llamado régimen abierto, Víctor Hugo Escóbar Orellana, alias ‘Oti’, encabezó una turba para atacar a los 10 reclusos de La Pesada aislados en el ‘bote’ para tomar el control absoluto del penal y apoderarse de los bienes inmuebles del área.
Los tenían amenazados de muerte, según una de las juristas que sigue el caso y ve el traslado de los reos. Todo por no someterse al nuevo ‘gobierno’. Se dio notificación sobre esto, pero no se hizo caso. Ahí la respuesta de los primeros incidentes. La nueva regencia entró a atacar a los del ‘bote’.
Estos 10 reclusos del bote considerados también entre los más peligrosos de la cárcel y contrarios al actual regente de Palmasola ya empezaron a ser trasladados a otros centros del país, entre ellos, Carlos García Figueredo, alias ‘el Kily’, anterior líder de los reos.
El viceministro de Régimen Interior y Policía, José Luis Quiroga, manifestó hace unos días que por la seguridad interna lo importante es desarticular a estos grupos de poder y que pugnan por tener el control del recinto y que permite beneficios, entre ellos económicos.
Sin embargo, el actuar de la Policía no cayó bien entre lo reos y esto viene acompañado por las medidas administrativas de restringir la presencia de niños y niñas en el penal.
Los actuales ‘dueños’ del penal ya tenían conocimiento de la requisa de la madrugada del miércoles y esperaron la intervención de los efectivos para ocasionar la trifulca que originó la muerte de seis reclusos y varios heridos, entre ellos cuatro policías.