Maricas Bolivia aboga por mayor conciencia de la cultura gay. «Cuestionamos la palabra gay como un estereotipo. Queremos sustituirla por la palabra marica. Es una redefinición de ese insulto. También porque necesitamos crear un discurso alternativo a esta institucionalidad gay que ha surgido de repente». Lo afirma Edgar Solís, miembro del movimiento Maricas Bolivia.
Discriminación severa
Edgar Solís se define a sí mismo como un infractor a veces pero un defensor tenaz del amor libre. Esa actitud la mantiene en un país donde los homosexuales experimentan discriminación severa debido a su orientación sexual.
Junto con Roberto Condori luchan para crear «un discurso alternativo» en Bolivia. Admiten que la cultura gay en Bolivia «se ha convertido en estereotipo».
Desde 2011, lo que comenzó como un programa de radio se ha transformado en Maricas Bolivia, un movimiento que defiende los derechos de los homosexuales, Busca que la sociedad reconozca y acepte esta realidad a través de eventos artísticos, que mezclan la cultura con el amor libre.
«Gay en Bolivia, en América Latina y en el mundo es una sociedad desinfectada. No hay gente gorda, gente mayor, gente de raza mixta entre los homosexuales. Gay es una entidad más higiénica, de hecho más blanca», dijo.
Es por eso que Solís se define a sí mismo como «cholo, de piel oscura». Es una etiqueta con connotaciones peyorativas que se refiere a los indígenas bolivianos que han ingresado a las ciudades desde las áreas rurales del país.
Educación sexual
Solís y Condori apoyan la educación sexual y de género para mejorar la situación de los homosexuales. «Si educamos y criamos a los niños donde hablan sobre estos temas, las nuevas generaciones pueden tener otro nivel de apertura en su forma de pensar», explica Solís
La Red de Mujeres Lesbianas y Bisexuales también apoya la educación. Además que los temas LGTBI se integren en el discurso académico.
Wendy Molina, en representación del grupo, presentó la revista Desafío, con contenido dirigido a lesbianas y transexuales, en un evento en el Centro Cultural de España.
«En un país donde nos están matando en las calles nuestro compromiso es luchar para ser visibles», aclaró.
La Defensoría del Pueblo de Bolivia informó en 2017 que en la última década 64 miembros de la comunidad LGBTI fueron asesinados en Bolivia. Apenas 4 de esos crímenes fueron investigados por la policía, sin que se declarase a nadie culpable hasta el momento.