Lima en medio de la guerra comercial entre EE.UU y China también en Latam. No es secreto la disputa mantenida por ambas potencias a partir de medidas proteccionistas aplicadas por la Casa Blanca. Por tal razón todo escenario político y económico global mantiene viva la llama del conflicto. En estos días Lima es la involuntaria protagonista. Estados Unidos busca calmar la influencia China en la Cumbre de las Américas.
Los líderes latinoamericanos se reúnen en Lima en una cumbre que Estados Unidos espera usar para contrarrestar la creciente influencia de China.
El tema oficial de la Cumbre de las Américas es la corrupción. Varios países que asisten también planean condenar las próximas elecciones de Venezuela.
Lima asiste a disputa entre norteamericano y chinos
Pero el comercio de EE. UU. y China tendrá grandes conversaciones en este foro. Es el correlato de una disputa entre las dos mayores economías del mundo. Las tensiones se extendieron a América Latina esta semana. El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, menospreció el comercio chino en un discurso en Lima. Y prometió que Washington no cederá el liderazgo en la región a «estados autoritarios».
Ross dijo que el comercio de EE.UU. era mejor para las economías locales. Y pidió a los líderes latinoamericanos que hagan más para reducir los aranceles y reducir la burocracia. Pero algunos que viajaron a Lima dijeron que Estados Unidos había perdido influencia.
«El plan de Trump parece ser asegurar que Estados Unidos ya no sea el líder mundial», dijo Gustavo Grobocopatel, presidente ejecutivo de un grupo agrícola de Argentina.
En la última semana, Trump ha amenazado con aplicar más aranceles a los productos chinos. Dijo que no tenía prisa por llegar a un acuerdo sobre la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Y ordenó a sus asesores estudiar para reunirse con el TPP.
El ex presidente de EE.UU., Barack Obama, lanzó el TPP, o Trans Pacific Partnership. Es una forma de darle a Estados Unidos una ventaja sobre China en una región de rápido crecimiento. Incluye grandes franjas de América Latina. Pero Trump calificó al TPP como un asesino laboral. Retiró a Estados Unidos del acuerdo de comercio multilateral en uno de sus primeros actos como presidente.
«Nadie quiere hacer negocios bilaterales con Estados Unidos, y Trump no tenía Plan B», dijo Robert Manning, experto en Asia y miembro principal del Consejo Atlántico. «La antiglobalización de Trump ha sido asaltada por la realidad».
Erika de la Garza, de la Iniciativa Latinoamericana de la Universidad de Rice, calificó de «lamentable» la ausencia de Trump en la cumbre. «Mientras más bajen los Estados Unidos, creo que China puede intervenir más», dijo de la Garza.
Los analistas han señalado riesgos políticos potenciales para las inversiones en América Latina a medida que las elecciones se ciernen sobre pesos pesados regionales. El caso de Brasil, Colombia y México.
El presidente peruano, Martín Vizcarra, un ex vicepresidente que asumió el cargo el mes pasado, dijo que la frustración pública con las autoridades elegidas y las compañías privadas había alcanzado un punto álgido. «Afecta no solo a la economía, sino también a la gobernabilidad democrática», dijo Vizcarra en un discurso el jueves.
Vizcarra se encontrará cara a cara con Pence el viernes.