Las cárceles tienen capacidad para 5.413 reos, pero albergan a 17.836

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Entre los estrechos pasillos de la cárcel San Sebastián —muchos se convirtieron en dormitorios— camina Fernando (nombre ficticio), uno de los delegados de este penal considerado uno de los más hacinados del país.

“Tengo sentencia de ocho años por la Ley 1008”, dice, y en septiembre recién cumple tres años de condena. Fue sentenciado en 2015, luego de ser sorprendido transportando droga.

Fernando tiene 47 años, está en la cárcel por segunda ocasión, en 1997 fue condenado a seis años y ocho meses por el mismo delito relacionado a la Ley 1008, estuvo privado de libertad en la ciudad de La Paz.

Ahora, asegura estar arrepentido por el delito cometido, manifestó que se ha reformado y que ahora sólo quiere salir para trabajar y estar con su familia. Quiere beneficiarse de la ley de indulto

El delegado de la cárcel de San Sebastián varones tiene dos hijos: un varón de seis años y una niña de nueve.

Su esposa cuida a los niños, pero cuenta que él tiene que trabajar dentro la cárcel para mantener a sus hijos. “Hay que buscarse la vida. Trabajo de carpintería, costuro pelotas, tenemos que aprender varios oficios”, dice a Los Tiempos.

Fernando cuenta que cada semana que pasa ingresan más personas y el hacinamiento es insoportable porque ya no existe espacio ni siquiera para caminar. Asegura que hicieron tres solicitudes de indulto para la población de esta cárcel sin ningún éxito.

Hacinamiento

El director general de Régimen Penitenciario, Jorge López, señaló que el hacinamiento en las cárceles del país es preocupante, la sobrepoblación carcelaria a nivel nacional es de 250 por ciento, aproximadamente.

De las 19 cárceles y 42 carceletas del país, sólo tres no sufren hacinamiento: los recintos de mujeres de Mocoví, en el Beni y Obrajes y Miraflores de La Paz.

La cárcel de Palmasola de Santa Cruz afronta la situación más crítica: tiene por encima de 5 mil internos, cuando su capacidad es sólo para 800 reclusos, tiene un hacinamiento de 800 por ciento.

El penal de máxima seguridad de El Abra de Cochabamba, actualmente, tiene una capacidad para 360 personas, pero existen más de 700 internos. Tiene una sobrepoblación de 110 por ciento.