Lago Poopó y sus habitantes los Urus Muratos. Una mirada por el estilo de vida de los moradores en torno al lago que no hace mucho se evaporó. Lago Poopó era el segundo más grande de Bolivia. Hoy es casi un recuerdo.
Los Urus Matos ocupan el territorio al sur de la ciudad de Oruro. Y en la contrariedad de un cambio dramático en su entorno conservan tradiciones y costumbres. Algunos los llaman Urus del lago Poopó o Urus del Poopó. Se nutrieron de estas aguas durante siglos y el lago era el generador de sus actividades económicas y medios de subsistencia.
Urus Matos es una comunidad de Oruro con antiquísima tradición pescadora. Y una riquísima y admirable técnica para trabajar el junco y la totora. Esta es una planta que crece en los bordes del lago. Elaboran con ella herramientas para el hogar y artesanías.
Lago Poopó en su extinción
Distintos expertos han concluido que asistimos al fin de los Urus Muratos y su cultura. La desaparición de la fuente lacustre, su espacio de reproducción cultural y territorial, parece ser irreversible.
La sequía del lago Poopó pone en riesgo la identidad de los Urus Muratos. Durante décadas desvíos de agua e inundaciones cíclicas ocasionadas por fenómenos como El Niño, han barrido el lago Poopó. Hoy es una vasta tierra seca y salada.
En la región se les conocía como ‘la gente del lago’. Algunos habían adoptado el apellido Mauricio por el mauri, que es como se conoce al pez que antes pescaban a raudales.
Veneraban a San Pedro porque eran pescadores y cada septiembre le ofrendaban ejemplares capturados a la orilla del agua, pero esa celebración terminó cuando los peces murieron hace par de años.
Muchos pobladores de esta nación se vieron obligados a emigrar a otros sitios del país para buscar un método de vida para sus familias, trabajando en las minas de plomo y en las salinas, a más de 300 kilómetros de su asentamiento original.
Museo y cementerio
En 2017 visitaron Puñaka Tinta María cerca de mil personas, quienes una vez ahí, pudieron apreciar diversos atractivos como el museo de aves y el cementerio local. El primero de estos sitios es una choza de adobe y paja de base circular y de forma parabólica, construcción característica de esta cultura.
Dentro se pueden observar 38 tipos de aves diferentes. Los Urus Muratos las disecaron para perpetuar la memoria de lo que un día fue la fauna del lago. Ejemplares de tarca, kollalo, pariguana, fusiero, parina, entre otros, componen la rústica pero ilustrativa exposición.
Por otro lado, al cementerio de la comunidad lo envuelven leyendas deslumbrantes. Cuenta Abdón que antiguamente los Urus Muratos no enterraban a sus fallecidos, sino que los lanzaban a las aguas del lago en una especie de ritual.
Un día, fueron a realizar esta acción con uno de los sabios del poblado, pero este volvió de la muerte y reapareció en la comunidad. Desde ese momento, por temor, comenzamos a enterrarlos, relató el guía.
En Bolivia, el pueblo Uru está formado por tres grupos: los Irohito, que habitan la naciente del río Desaguadero; los Chipaya, ubicados en la cuenca del río Lauca; y los Murato, residentes en la desembocadura del río Desaguadero en el Lago Poopó y la cuenca del Poopó.
Muchos antropólogos consideran a los Urus como una de las culturas más antiguas de América.