La segunda ola de inversión peruana llega a Bolivia con 500 empresas

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Un ‘ejército’ de al menos 500 empresas unipersonales y de sociedades de responsabilidad limitada de capitales peruanos encabeza la segunda ola y engrosa las inversiones procedentes del vecino país a Bolivia.

El portafolio lo complementan 33 filiales de holdings peruanos que están el país hace tiempo y refugian sus inversiones en los sectores financiero, industrial, de seguro, de servicios de almacenes industriales, de suministros alimentarios, construcción, industria de la belleza, seguridad, productos de oficina, bebidas, servicios de logística, farmacéutico, papelera, textil y confecciones.

La expansión de empresas unipersonales y de sociedades de responsabilidad limitada de capitales peruanos fue desvelada como un dato preliminar por el cónsul general de Perú en Santa Cruz, Jorge Antonio Rosado.

A  juicio del diplomático, Perú es uno de los mayores inversionistas en Bolivia y si bien no hay datos concretos y actualizados que detallen montos, con cifras de la consultora Muñiz de 2014, empresarios de su país invirtieron en ese periodo más de $us 2.000 millones en Bolivia. Cree que, al presente, los indicadores están por encima de ese monto.

Rosado indicó que la cifra de las 500 unidades productivas, en su mayoría, se constituyó con los ahorros de emprendedores que arribaron de su país y que refugian sus inversiones en empresas de  seguridad, fotocopias, imprentas, lavanderías, panaderías, entre otros negocios. Destacó la contratación de mano de obra boliviana.

“No solamente hablamos de grandes inversiones peruanas, sino también de pequeñasque son intensivas en  ocupación laboral”, puntualizó Rosado.

Testimonios de empresarios

De acuerdo con el presidente del directorio de la Cámara de Comercio e Industria Boliviano Peruana (Cabolpe), Jaime Barrenechea, los capitales peruanos han apostado, desde hace muchos años, por inversiones en Bolivia.

La presencia se centra en grupos empresariales en diversos sectores. Por ejemplo, el Grupo Romero, con Industrias de Aceite Fino, Ransabol, Banco de Crédito BCP y Alpasur; el Grupo Rodríguez, con PIL Andina, Nestlé y Soboce; el grupo Delosur que opera desde 2013 en Bolivia con KFC y Starbucks; Inversiones Rockys, área de gastronomía; Aceros Arequipa, en construcción; y Belcorp (Ebel) y Yanbal, en el área de la cosmética. En 2014, la cementera Soboce se vendió por $us 300 millones al Grupo Rodríguez (Consorcio Cementero del Sur).

A decir de Barrenechea, estos capitales peruanos abrieron el camino y actualmente existen muchas empresas peruanas interesadas en incursionar en Bolivia, especialmente en el sector de la construcción, que tiene un crecimiento constante.