Fiesta de las Ñatitas, Bolivia ya se prepara. Cada noviembre, el pueblo aymara honra su vínculo especial con los espíritus serviciales de los difuntos. Todo en marcha para el 8 de noviembre.
Fiesta de las Ñatitas
Antes que las puertas se abran al extenso Cementerio General de La Paz, una multitud ansiosa aguarda en los alrededores. A media mañana, los vivos recorren el camposanto y hasta lo desbordan en el laberinto de caminos entre las tumbas. Muchos llevan como ofrendas hojas de coca, pétalos de flores, cigarrillos y dulces.
Los visitantes también llevan algunas de sus posesiones más preciadas, que resultó ser la razón de ser del evento: los cráneos humanos.
Llamadas ñatitas, más o menos traducidas como «pequeñas narices», se cree que estos cráneos otorgan bendiciones a quienes los cuidan. Los cráneos de honor se sacan de santuarios privados cada año para la Fiesta de las Ñatitas. Por lo general, la semana después de los días de Todos los Santos y Todas las almas, el evento hace que ciertos bolivianos se reúnan en los cementerios de todo el país para agradecer a los ñatitas y celebrar el vínculo especial que se ha forjado entre los cráneos y sus beneficiarios vivos.
«La gente no viene para quedarse boquiabierta», dice Paul Koudounaris, un historiador del arte que documentó las ñatitas en su libro Memento Mori: The Dead Among Us y que ha asistido a la fiesta desde 2007. «O vienen con su propio cráneo o bien vienen a hacer ofrendas al cráneo de otra persona, para que se sientan bendecidos».
Algunos comparan este ritual anual con el Día de los Muertos de México, pero esa interpretación es errónea. La Fiesta de las Ñatitas no se lleva a cabo como una forma de hacer frente a la inevitabilidad de la muerte, ni para conmemorar a los seres queridos perdidos. La mayoría de los cráneos en posesión de los participantes ni siquiera son miembros de la familia.
Algunos cráneos son reliquias centenarias, mientras que otros se obtienen de sitios arqueológicos. Los cráneos también pueden provenir de cementerios locales, que no venden parcelas a perpetuidad, lo que significa que siempre hay una alta rotación de huesos. Las calaveras que tienen la parte superior cortada son generalmente los productos de las escuelas de Medicina.