Energía renovable Bolivia, en contexto con países vecinos. América Latina tiene potencial. Grandes ríos, desiertos soleados y condiciones de viento favorables. Oportunidades para la energía hidroeléctrica, solar y eólica.
Energía renovable Bolivia
A medida que la región aprovecha cada vez más estos recursos el valor de las ofertas de energía renovable en América Latina ha aumentado de 975 millones en 2013 a 2.500 en 2016. Se espera que la inversión siga creciendo a medida que más países establezcan objetivos de energía renovable y ofrezcan incentivos financieros.
En la actualidad, los gobiernos de América Latina están en el proceso de establecer nuevos objetivos de energía renovable con el fin de cumplir con múltiples objetivos, como la seguridad energética, la sostenibilidad ambiental y el progreso socioeconómico.
Sin lugar a dudas, el acuerdo climático de París ha sido un importante motor. Numerosos países se han comprometido a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un intento por limitar los aumentos de temperatura. El acuerdo adopta un enfoque ‘ascendente’. Y cada gobierno determina su propio plan de reducción de emisiones.
Todos los gobiernos de América Latina son signatarios del acuerdo. La mayoría ha incorporado las metas de energía renovable en sus planes actuales. Las políticas de Bolivia, Colombia y México en particular brindan amplia evidencia del impulso actual de la energía renovable en la región.
Bolivia energética
La Constitución de Bolivia obliga al Estado a desarrollar y promover diferentes tipos de energía, incluidas, por supuesto, las energías alternativas. El establecimiento del Ministerio de Energía en 2017 otorgó mayor importancia al sector.
Hoy, Bolivia tiene un plan estratégico para convertirse en el centro de energía de la región, exportando energía renovable y no renovable a los países vecinos. Las políticas que se están implementando activamente incluyen la diversificación de la matriz energética y el desarrollo de energía renovable con bajo impacto socioambiental. Como tal, las empresas estatales han estado realizando licitaciones para proyectos llave en mano, con un enfoque particular en emprendimientos hidroeléctricos.
En Colombia, existen importantes recursos hídricos, eólicos y solares. En 2013, el país asumió amplios compromisos renovables, incluida una meta para la capacidad de generación del 6,5 por ciento de las energías renovables para 2020.
Los recientes cambios de política han respaldado más estos objetivos. Los fondos financian hasta el 80 por ciento de los planes, programas y proyectos de inversión para proyectos convencionales y renovables en zonas no conectadas a la red. Además, los cambios legales en 2014 han alentado la inversión de capital en proyectos de energía renovable a través de deducciones del impuesto a las ganancias, el IVA y las exenciones de derechos de importación, y la depreciación acelerada de las inversiones.
En 2008, México promulgó la Ley para el Desarrollo de Energía Renovable y el Financiamiento de la Transición Energética, estableciendo sus propios ambiciosos objetivos de energía renovable en el proceso. Las reformas constitucionales de 2013 liberalizaron el sector energético, permitieron la inversión privada y transformaron el sector energético en un mercado mayorista competitivo.
La política de renovables de México ha avanzado mucho en un tiempo récord; la Agencia Internacional de la Energía considera que la reforma es «una de las reformas más ambiciosas, integrales y bien desarrolladas emprendidas en el mundo desde la década de 1990».
La Ley de la Industria Eléctrica 2014, mientras tanto, ha tratado de integrar la energía renovable en la red nacional, con el objetivo de alcanzar una integración del 25 por ciento para 2018, 30 por ciento para 2021 y 35 por ciento para 2024. La liberalización del mercado también ayuda a lograr estos objetivos.
México está llevando a cabo su cuarta licitación y ha otorgado a casi 40 empresas contratos de energía renovable, principalmente en energía eólica y solar. Además, el banco de desarrollo mexicano ofrece financiamiento con depreciación acelerada, mientras que el mercado nacional de certificados de energía limpia también ha comenzado a ofrecer incentivos este año.