Cooperación internacional, experiencia en Bolivia del experto suizo Adrian Hadorn. Hoy está de moda criticar esta herramienta de desarrollo. Hadorn pasó años trabajando en el área. Su paso por Bolivia y Mozambique.
Cooperación internacional
Fue el primer coordinador de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), a la que el Consejo Federal confió simultáneamente el liderazgo de la Embajada en Maputo, Mozambique).
En cooperación internacional Bolivia ha experimentado todos los niveles. Hoy es un caso de vitrina, ya que la mayoría de la población se convierte en vehículo del desarrollo.
«Viví y trabajé con mi familia durante diez años, entre 1975-80 y 1985-89 en Bolivia como un «trabajador de desarrollo». Veinte años más tarde volví al país y me pregunté qué era sostenible. Cuáles eran los impulsores del desarrollo y cuáles eran los inhibidores fundamentales», declara el suizo.
Repasa la historia del país: «En 1980 una camarilla de oficiales se apoderó del «gobierno» y abusó del poder del Estado para expandir su liderazgo en el negocio de la cocaína. En menos de dos años organizó un infierno económico, social y político-institucional. Terminó con una hiperinflación de 25.000 por ciento. Definitivamente, Bolivia parecía un caso de subdesarrollo sin esperanza, un Estado fallido».
Apunta que «en 1985 el país se convirtió en una vitrina de ajustes estructurales fundamentales. Miles de mineros despedidos marcharon con dinamita en los bolsillos de sus pantalones hacia la capital, La Paz. El caos y la violencia amenazaban, la acción rápida era urgente».
Un ingenioso proyecto de desarrollo se ha convertido en un puente entre la crisis y la estabilidad económica, social y política: el FSE (Fondo Social para Emergencias).
Hasta la mitad de su mandato de solo tres años, casi mil proyectos se completaron, 290 mil fueron empleos remunerados. Tres objetivos fueron decisivos: creación inmediata de empleo, ingresos para los pobres y satisfacción de las necesidades básicas (incluida la salud, la educación, la vivienda, el agua potable) para los más afectados.
En su visión los siguientes factores hicieron posible el éxito de este importante proyecto de desarrollo:
– Una gestión local de proyectos ingeniosa.
– 20 brillantes profesionales bolivianos, todos ellos regresaron del extranjero, altamente motivados y experimentados en la gestión de proyectos de última generación, con una edad promedio de 32 años
– El FSE solo estableció reglas precisas para las aplicaciones de proyectos, ejecución y control, pero delegó todos los proyectos a los patrocinadores locales, que surgieron como hormigas e hicieron posible una increíble dinamización social y económica.
El Banco Mundial otorgó un préstamo de tres dígitos en millones de dólares. Suiza fue el primer país donante en aportar 10 millones. El financiamiento externo fue un factor indispensable.