Bolivia, ONU condena violencia durante huelga de Santa Cruz. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condena la violencia durante la huelga de Santa Cruz y pide que se investigue.
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La misión técnica a Bolivia de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) ha condenado la violencia cometida durante las manifestaciones en Bolivia, especificamente en Santa Cruz. La organizacón ha pedido que se investiguen posibles violaciones a los derechos humanos.
“La violencia de cualquier tipo y por cualquier actor no tiene cabida en el ejercicio legítimo del derecho de reunión y manifestación. La pérdida de vidas humanas (…), los ataques a la integridad física de cientos de personas y a la propiedad, como así como los ataques a instituciones y organizaciones sociales, son inaceptables y no pueden repetirse”, dijo la misión en el país, según un comunicado de prensa de la organización.
Además de rechazar categóricamente los hechos violentos ocurridos en el país en las últimas semanas, reiteró la importancia del derecho a la reunión pacífica y a la protesta como medio «para ejercer otros derechos como el derecho a participar en los asuntos públicos o la libertad de expresión».
En ese sentido, el organismo exigió la actuación de todos los órganos del Estado boliviano para garantizar el respeto a los derechos humanos.
“Este papel es particularmente importante para evitar actos de racismo y discriminación”, explicó el Alto Comisionado. “Actitudes y comportamientos de esta naturaleza no tienen cabida en una sociedad democrática y requieren más trabajo sobre el respeto y la inclusión”, se lee en el comunicado.
Responsabiidad gubernamental
La misión de la OACNUDH también llamó la atención sobre la Defensoría del Pueblo, ya que “tiene una responsabilidad clave en la promoción y protección de los derechos humanos en el país”.
También pidió la protección de los trabajadores de los medios y la adecuación de las fuerzas policiales a las normas internacionales.
El Ejecutivo del país latinoamericano anunció la semana pasada que presentaría cargos penales contra los responsables de las protestas de Santa Cruz, tras anunciar que cuatro personas habían muerto y 178 resultaron heridas en 20 días.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, criticó los días de «terror» que caracterizan el paro en Santa Cruz, diciendo que los líderes de las protestas tienen «las manos manchadas de sangre».
El llamado «movimiento cívico» de Bolivia -impulsado por la oposición en la región de Santa Cruz- inició hace más de 20 días un paro nacional indefinido para exigir que el censo se realice en 2023 y no en 2024 como propone el gobierno boliviano, porque este registro determina la distribución de la ayuda entre las regiones del país.
Las protestas se concentran en la ciudad de Santa Cruz, donde la oposición a Luis Arce es más fuerte y donde está el motor económico del país.