Bolivia, embajadora condena marchas feministas en Irán. Romina Pérez, embajadora de Bolivia en Irán, volvió a las estupideces: condenó las marchas feministas que tienen en jaque al régimen medieval de Teherán.
Bolivia embajadora marchas feministas
La ya polémica embajadora de Bolivia en Irán, Romina Pérez, ha saltado un límite de cordura en nombre de país, al condenar las marchas feministas que desde hace un mes tienen en vilo al gobierno de Teherán.
“Nuestro gobierno condena los recientes disturbios en Irán, perpetrados por los sionistas británicos y estadounidenses, y estamos seguros de que todos los problemas se resolverán con la solidaridad, el conocimiento y la comprensión del querido líder de Irán”, dice el comunicado que difundió la diplomática.
Los términos son ofensivos para todas las mujeres de Irán y del resto de mundo.
La funcionaria boliviana no dijo nada sobre la lucha de las mujeres iraníes que desde hace cuatro semanas protestan masivamente contra la muerte de Mahsa Amini, que desató una ola de condenas en el mundo y una sangrienta represión.
Amini, una mujer kurda iraní de 22 años, fue detenida el 13 de septiembre por la policía de moralidad de Teherán por presuntamente no respetar el estricto código de vestimenta para las mujeres en Irán, que les obliga a llevar velo. Murió tres días después en el hospital y su muerte provocó protestas en el país y movimientos de solidaridad en todo el mundo.
Las manifestaciones, las más importantes en Irán desde las de 2019, que Pérez llama “disturbios”, fueron reprimidas con sangre. Y dirigidas por mujeres como ella y adolescentes, las protestas exigen la libertad del opresivo régimen persa.
Declaraciones
La embajadora hizo estas declaraciones en una reunión con el alcalde de Tabriz, que fue reseñada por la agencia oficial del régimen Irna .
En el encuentro con Yaqub Hoshiar Perés destacó que Bolivia e Irán son “países hermanos”. “Tenemos ideas antiimperialistas y nos hemos mantenido unidos contra el imperialismo”, afirmó.
Hoshiar celebró el apoyo boliviano. “La visión antiimperialista de Bolivia es gratificante y es exactamente el mismo mensaje que presentó el Imam Khomeini hace cincuenta años”.