Artista Annco Miura, geometría y laberintos para Bvlgari. Algunas de las pinturas expuestas en Bvlgari pertenecen a colecciones anteriores, pero otras fueron creadas ex profeso para el proyecto en Madrid.
Annco Miura
Annco Miura ha intentado plasmar «el sentimiento que me inspiraban las joyas». Propone un arte sin bordes, sin marcos, sin códigos. «Quería hacer un trabajo donde no hubiera límites y eso me dirigió a los motivos de las constelaciones y del universo», afirma.
Los sentidos básicos son cinco. Y la artista menciona en su obra lo que «a veces se habla como sexto sentido, que se relaciona con los fantasmas, lo sobrenatural y lo esotérico». Confiesa que estos aspectos no le interesan. Y revela que ha «empleado la expresión quinto y medio sentido para referirme a muchos sentimientos y elementos que existen pero no son tangibles. Por ejemplo, existe la sensación de felicidad pero la felicidad no se puede tocar; y existe el infinito pero tampoco podemos abarcarlo con las manos».
Afirma que «en cada pintura introduzco muchas posibilidades y significados, y depende de la persona que encuentre uno u otro. Hay una gran cantidad de obras artísticas que funcionan como un espejo».
Annco Miura es la protagonista ineludible de la exposición ‘Laberinto y geometrías de Oriente’, en la joyería Bvlgari, en Madrid. La unión de Bvlgari y el arte da como resultado joyas de mente abierta, capaces de cambiar sentimientos y corazones, de variar la luz y las ópticas.
Laberintos y budismo
«Para mí el arte japonés es como un mandala: simple, sencillo, minimalista. Quizá tenemos otras bases para hacer arte y diferentes sentimientos ante él. Es como en la cocina: si yo hago unas tapas, siempre siempre sentirás que son las tapas que ha hecho una japonesa. Y si tú haces un sushi, yo notaré que tiene un sabor español. Nunca sabemos por qué y seguramente será buena comida y una buena mezcla con diferentes raíces. Mi arte también es una mezcla», declara.
Prosigue: «Mis amigos me dicen que mi estilo tiene algo de ‘shakyo’, que es la labor de copiar oraciones budistas con caligrafía japonesa. Exige una gran concentración y calma para reproducirla, incluso implica un tipo de meditación. Se trata de copiar caracteres, a veces en tamaño muy pequeño, y es sumamente laborioso».
Por qué los laberintos centran su obra. «Según mi cultura, no podemos encontrar la salida porque ahora estamos buscando nuestro camino en la vida. Estamos tomando elecciones, buenas y malas, y todo continúa. Seguimos corriendo y avanzando, como si se tratara de una rueda, sin fin.