Argentina, Alberto Fernández el presidente verguenza nacional. Hace varias semanas que el presidente de Argentina Alberto Fernández está oculto, desaparecido, como si bastara para esconder una verguenza nacional.
Argentina Alberto Fernández verguenza nacional
El presidente de Argentina Alberto Fernández no está preocupado por la crisis económica y la anarquía que ha sembrado en su gobierno, en el ocaso de lo que nadie duda en calificar como una verguenza nacional.
El aspirante presidencial Javier Milei está dejando aún más en ridículo al presidente de Argentina, Alberto Fernández, convertido en un fantasma y mostrando ser un hombre de la política sin sentido de la realidad. La crisis de su gobierno es proporcional a su presencia pública. Sin autoridad, sin manejo, sin una pizca de talento para intentar una solución ante cualquier problema, el presidente pasa a la historia como una fenomenal verguenza nacional.
Milei ha pasado a ser protagonista de la vida pública argentina con su estallidos desenfrenados contra la «casta política», a la que culpa por los perennes problemas económicos de Argentina. Los últimos sondeos pronostican que será el próximo inquilino de la Casa Rosada. El último escollo es superar al ministro de Economía de la verguenza nacional, Sergio Massa. La segunda vuelta de las elecciones presidenciales está prevista para el 19 de noviembre.
“No me involucré políticamente en absoluto en el pasado”, dijo Martín Argañaraz, un artesano de 47 años, que llevaba una motosierra hecha de cartón en un reciente mitin de Milei en Buenos Aires. «Lo que me trajo aquí es ver cómo los políticos se están volviendo cada vez más ricos».
Casa Rosada
Matilde Fernández canta consignas antigubernamentales frente a la oficina presidencial de la Casa Rosada durante una manifestación en apoyo del candidato presidencial Javier Milei en Buenos Aires, el 5 de noviembre.
Alberto Fernández sueña con entregarle en pocas semanas la banda presidencial a su ministro, el señor inflación, Sergio Massa. Más que un sueño se parece a un bostezo, como casi todo lo relacionado con su gestión al frente de un país con estadísticas peores a las que muestran los países en guerra.
